Hay que distinguir entre “el intento de suicidio” y el suicida.

El intento de suicidio es muchas veces un intento de llamar la atención, muy típico de adolescente. No quiere en realidad suicidarse, “avisa” a los demás y es posible poner medios futuros de tratamiento y prevención.

El suicida “no avisa”. Es mucho más difícil por tanto un tratamiento futuro.


Suponiendo un colectivo “propenso”, la única forma de actuación sería un reconocimiento psicológico periódico por un experto.
Esos mismos expertos al tratar “casos de depresión” saben que uno de los objetivos a tratar es el posible intento de suicidio.

Fuera de lo anterior una cuestión importante es la “autoprevención”. Enfocar personalmente esa posibilidad sabiendo que caer en “trance de depresión” es un factor de riesgo importante. Nunca debe por tanto deprimirse uno, y en caso de notar sus efectos efectuar una consulta al especialista “muy pronto”.


Y cultivar diariamente recursos y conductas preventivas de los estados de depresión, haciendo una gimnasia diaria.
Para esto, por esencia y tradición, los españoles estamos muy bien dotados. Ahí van algunas recetas:

1.- Cultivar y mantener siempre el “sentido del humor”. Una de las mayores defensas psicológicas contra un factor agresivo externo es reírse y sacarle punta humorística al mismo. Eso mismo de “con las bombas que tiran los fanfarrones, se hacen las gaditanas tirabuzones”. Cultivar el sentido del humor español, que no es casualidad que lo tenga un pueblo mucho más acostumbrado en la historia a pasarlo mal que bien.

2.- Capacidad de aguante. En muchos momentos de nuestra historia hemos estado peor, mucho peor, y hemos aguantado y con una broma en los labios. Siempre hemos salido adelante. Para duros, nosotros.

3- Cultivar la amistad y la solidaridad de grupo. Se aguanta mucho mejor en grupo que individualmente. En el grupo uno puede dejar de mirarse el ombligo para echar una mano a otros que están peor.

4.- Saber relativizar diversificado la atención. Cuando uno tiene un problema, ese problema es mayor si solo se piensa en el problema. Muchas veces de un grano de arena se hace una montaña. Está prohibido pensar en negativo. Mañana y cada día va a volver a salir el sol.

5- Evitar siempre y por todos los medios caer en conductas y hábitos destructivos, como ingerir cantidades de alcohol. El que tiene un problema y bebe para olvidarlo, tiene dos problemas.


En conclusión, es mucho mejor y vamos a seguir haciéndolo reírnos de Rajoy, que tomarnos en serio a Rajoy.

Y dirigir las hostias a la clase política más que a nosotros mismos.

Un saludo