Aparte de ir desayunado a hablar con el capi, tira el chicle de la boca, y no vayas despeinado.
Lleva a mano el vademécum, y ponte en manos de Dios. Por supuesto, ese día no olvides tus oraciones...
Si la ley está de tu lado, apóyate en la ley; si los hechos están de tu lado, apóyate en los hechos, y sin nada de eso, apóyate en la mesa....
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