A toda costa

La Guardia Civil ha impedido esta semana que un hombre abriera un parking ilegal en es Cavallet. Había llegado con una retroexcavadora, deforestado y allanado un terreno que ni siquiera era suyo, ya que pertenece a Salinera Española. Pensaba además poner una parrilla para barbacoas y una neverita y abrir un pequeño chiringuito. A lo mejor pensó que si se ha hecho la vista gorda mientras los chiringuitos que hay en pocos kilómetros a la redonda se ampliaban de forma ilegal hasta convertirse en grandes restaurantes, lo suyo, tan modesto, no llamaría la atención. O pudo pensar que si se consiente que algunos de los llamados beach clubs semiprivaticen franjas de litoral, nadie se fijaría en algo tan cutre. O caviló que mientras se permitan macrobotellones al aire libre, con venta ambulante y hogueras en la playa de Benirràs, con grave riesgo de que se queme lo poco no quemado en la zona, es difícil que alguien repare en una pequeña parrilla en medio de un secarral. Los ecologistas han lanzado una campaña bajo el lema ´No a nuestra costa´ para luchar contra las agresiones al litoral que, dicen, va a consagrar la reforma de la Ley de Costas, pero de momento sigue teniendo más éxito la que llevan empleando desde hace décadas administraciones y empresarios: ´A toda costa´.

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