La excelentísima señora doña Soraya Sáenz de Santamaría tiene sus culpas como político.
Y cada hijo de vecino, tiene las culpas que tiene como pueblo en el papel social que le toca como pueblo.
Unos más que otros, pero cada uno de nosotros las culpas que tiene.
Por ejemplo, todos los que votaron en la segunda candidatura a un idiota capitaneando un equipo de idiotas, tienen ahora su culpa que muchos pagan buscando en la basura. El drama nacional no ha sido obra de uno solo ni porque sí.
El que escribe el artículo, poniendo parte de títulos en catalán por universidades catalanas, tiene también su culpa, y demuestra su inteligencia, que en absoluto es tonto, en que se ha ido al extranjero. Pero también por su culpa, también.
Y en el reparto de culpas, que todos tienen alguna, es cierto que las mayores competen a la Excelentísima señora representante de su casta, protectora de su casta y de sus taifas, y las que menos al pobre currito de a pie, al que ha engañado también la excelentísima señora, que dobla el espinazo cada día para pagar su pan, cada vez más caro, y el fausto de la casta de la Excelentísima señora.
Pero culpables, hay muchos.
Y el mayor problema actualmente es que los tontos son incapaces de ver realmente donde están los problemas y por lo tanto jamás podrán ponerles una solución.
Saludos
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