Los históricos:

Jose María Garcia.

Encarna Sánchez.

Pedro Ruiz.

Pepe Navarro.


Los de actualidad:


1.- Iñaki Gabilondo, Cadena Ser
2.- Luis María Ansón, La Razón
3.- Jesús Ceberio, El País
Pedro J. Ramírez, El Mundo
Carlos Llamas, Cadena Ser
Luis del Olmo, Onda Cero
Ernesto Sáenz de Buruaga, Antena 3
José Antonio Zarzalejos, ABC
Federico Jiménez Losantos, COPE
Lorenzo Milá, TVE
Joaquín Estefanía, El País
Miguel Ángel Aguilar, Cadena Ser
Alfredo Urdaci, TVE
Jesús Rivasés, Tiempo
Matías Prats, Antena 3
Ernesto Ekaizer, El País
José Ramón de la Morena, Cadena Ser
Carlos Herrera, Onda Cero.

Estos, fueron y son respectivamente los periodistas más influyentes y por tanto con mayor poder y repercusión en sus declaraciones, tanto de nuestra historia reciente como de nuestro presente.

Federico J.L está entre ellos y cuando ese poder de audiencia y convocatoria es tal, hay que hacer las declaraciones y afirmaciones bajo la más meticulosa de las observancias legales.

Por ser quienes son, están en el punto de mira y al surgir una noticia de relevancia serán los primeros en ser controlados en sus impresiones y opinones sobre las mismas, dada la repercusión que saben tendrán esas opiniones. Bajo estas premisas, al menos deberían cuidar como emiten el mensaje que pretenden, pues van a influir de una u otra forma en la opinión de muchos de sus oyentes.

Si sus opiniones no son convenientes para el gobierno de turno, buscarán la parte ilegal en sus declaraciones e intentarán fundirlo a fuego lento.

¿Que fue de Jose Maria Garcia, de Pepe Navarro, Pedro Ruiz.......?

No es lo que se dice, es como se dice.

Ser un buen periodista no es tener fama y decir todo en modo que les de la gana en base a ese poder o fama, porque por esa regla de tres no existirá mejor periodista que Jorge Javier Vazquez y (Válgame Dios si eso es ser un buen periodista y sin embargo es de los más laureados de los últimos años, veríamos que sucedería si dirigiese un programa de analítica política :roll: ).

No defiendo ni ataco a nadie, pero es una constante que la audiencia da poder y este es malinterpretado y desvirtúa el sentido del respeto a la ley y a la racionalización de la libertad de expresión..