En una España de políticos jactanciosos, de ego ilimitado, mostrar arrepentimiento, contrición y firme compromiso de no volver a errar, es ser débil. Y al que muestra debilidad los buitres no tardan de rondarle y hostigarle para terminar de hacerle caer.
Para mí, por el contrario, es una muestra de integridad que horroriza y hace temblar al rebaño que componen los que viven de lo público. Pensaron que el Rey quedaría a su altura (mejor dicho bajura) y eso les seguiriá dando alas para sus tropelías.
Es curioso, por no decir asqueroso, que por ejemplo un lider sindical, en el peor tiempo de crisis de empleo cogiera su camino y se largara de crucero, y ahora en una muestra más de desvergüenza se pelee por compartir el puesto de verdugo. Ese que ha convertido las asambleas, ruedas de prensa y demás actos en desfile de relojes millonarios y cobardemente en lugar de reconocerlo cuenta una historia con la que llamar idiotas a los españoles.
Y como este existen desgraciadamente incontables ejemplos, los más llamativos tal vez precisamente sean los que se han puesto en primera fila para linchar al monarca.
Eso, me vais a perdonar, pero es una buena bofetada sin manos, que son las que más duelen. Y como muchas bofetadas de ese tipo, se suele dar incluso sin intención de abofetear, pero dan en el blanco y remueven las conciencias de la gente que no tiene conciencia.
Pero son canallas, cobardes y taimados traicioneros, y ésta no se la van a perdonar tan fácilmente a Su Majestad.
Que el Rey, mi Rey, nuestro Rey, muestre arrepentimiento es lo que menos podían encajar estos miserables. :antidistur:-)
Marcadores