Esta claro que en éste país nos postramos ante lo novedoso, que no relevante y por ello intrascendente.
Tan acostumbrados estamos a la delincuencia de los políticos y a la degeneración progresiva de la ética, que exclamamos con "Urras y vivas" aquello que no
inclina la aguja de la brújula hacia ninguno de los puntos cardinales.
¿Necesitan los españoles una disculpa de su majestad?, por mí, está demás; sin embargo, espero otras que nunca llegarán, y aún si llegasen, no serían aceptadas,
pues es fácil pedir perdón y obtener así la licencia gratuita para volver a pecar.
Recuerdo de chaval que me iba a huerto ajeno a llenar cestos de fruta. Después, el domingo iba a misa, me confesaba y el cura me decía que rezase tres
padre nuestro y yo, muy obediente, así lo hacía y al quedar exculpado, ya limpio de pecado, volvía por más fruta. :shock:
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