Nos metemos mucho con los políticos, pero olvidamos el gran poder de los medios de comunicación, donde muchas veces periodistillas de tres al cuarto hacen leña del árbol caído para regocijo y escarnio de propios y ajenos.
Y creo que en este asunto del Rey la prensa ha inflado las tintas para vender lo que más se compra... mierda (con perdón).
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