Señores, pagar los desatinos de la confabulación político-financiera, es lo que toca.

Los funcionaros aplastados, y los que no tienen un empleo fijo y que cada mañana depende de su esfuerzo ganar su sustento, crear riqueza para pagar las estructuras del Estado y la confabulación político-financiera, más aplastados todavía. Mucho más.

Los financieros siguen engordando y los políticos también.

Es, parece ser, lo que toca sin que por parte alguna se vea el remedio.

Un saludo