Mis padres fueron profesores de cuando existían las escuelas unitarias, e iban todos los chavales del pueblo mezclados, daba igual de la edad que fueran, y mientras unos aprendían a leer otros aprendían quebrados y raíces cuadradas.

Después llegó la concentración escolar y el concepto de colegio por cursos como lo conocemos ahora. En aquellos entonces también iban un cerro de alumnos por clase, pero cada cual aprendía lo que le correspondía por su edad.

En aquellos entonces, el que no superaba el curso repetía y no pasaba nada, y había otra cosa, que ya no hay ahora, que era el respeto por el profesorado, lo que decía el profesor era lo que se hacía, y si había que castigar a un niño por hacer algo mal, no pasaba nada, se le castigaba y punto, y todos aprendíamos, sabíamos leer y escribir sin faltas de ortografía; yo hoy voy a Institutos a dar conferencias y me encuentro a alumnos de 15-16 años que a duras penas son capaces de leer un folio con palabras sencillas.

Hoy en día esa generación son los que ahora tienen 35-50 años, son la gran masa trabajadora, unos estudiaron en la Universidad, y otros se pusieron a trabajar, en definitiva, son los que ahora llevan las riendas de este País.

Luego cambiaron el sistema, empezaron a cogérselas con papel de fumar, como tanto nos gusta a hacer en este País, y empezamos con las tonterías de los traumas de los niños que repiten, de las adaptaciones curriculares, etc, etc, etc... (te hablo con pleno conocimiento de causa porque si mis padres fueron profesores hace años, tengo varios hermanos profesores de instituto y primaria que dan clases en la actualidad), hemos llegado a permitir que se pierda el respeto por la figura del profesor, y así los alumnos están en clase actualizando el tuenti mientras el profesor explica (a mi hermano más de un alumno se le ha negado a apagar el móvil en clase).

Entonces lo primero que hace falta es dejarse de tanta tontería y tanta gilipollez crónica que tenemos en este País, que eduquemos mejor a nuestros hijos, que la disciplina y la cultura del esfuerzo empieza por casa, porque yo te garantizo que mi hijo, que está en 1º de la ESO, y que lo saca todo con sobresalientes y notables desde siempre, seguirá igual aunque pongan 4 niños más en su clase; ahora, si hay niños, como dice mi hijo de algunos amigos suyos, que suspendiendo 5 asignaturas se ríen por su "hazaña", entonces habrá que ver de quien es culpa del fracaso escolar, si de los profesores por no saber enseñar o de los padres que consienten que sus hijos sean unos zánganos, porque en mis tiempos el que llevaba unos cuantos suspensos a casa en la evaluación, solía ir más bien pálido sabiendo la que le iba a caer.