Evidentemente cada persona es un mundo, y cierto es aquello que se suele decir que “cada uno cuenta la feria según le va”; pero siempre hay matices susceptibles de tener en cuenta y que pudieran llamar a reflexión.
Cuando nace la GC lo hace desde los elegidos y veteranos del ejército. Solo caben aquellos que han demostrado con creces su valor y veteranía en combate. Curiosamente se hace así para no mediatizar las veleidades y corruptelas del mando político ( creo que no hay que explicar mucho sobre este tema) Al depender exclusivamente de un mando militar se evitaban multitud de problemas y se aseguraba la justicia en sus acciones alejando posibles intereses y manipulaciones políticas. Esta fórmula ha demostrado a lo largo de la historia del cuerpo que, salvo excepciones puntuales como en cualquier organización de carácter humano, ha dado excelentes resultados. El resto de “inventos policiales” demostraron (y demuestran en muchos casos) constituir una especie de Guardia Pretoriana al servicio de interese políticos.
Hay un viejo dicho castellano que viene a decir algo así como: “La mujer del Cesar, además de serlo, debe parecerlo” y es una verdad como un templo. Para “ser” y “parecer” no hay nada mejor que dejar “interpretaciones” aparte y vestir a todos con la misma hechura de traje.
Entiendo perfectamente que ciertos matices del mundillo militar puedan resultar “molestos” en determinadas circunstancias, y a otros les resulten anacrónicos; pero como dije en una intervenciaón anterior, muy posiblemente este tipo de guardia “protestón” desconozca el verdadero significado de muchas de esas “molestias” que siguen utilizando los “casposos” militares.
Otras opiniones las ignoro radicalmente porque aquellos que las suscriben demuestran poco sentido común o mucha “sensibilidad seudosindicalista”; por lo tanto no considero inteligente perder el tiempo con personas que simplemente no quieren ver más allá de lo que tienen a dos palmos de distancia o que defienden a capa y espada sus intereses particulares.
Si de analizar a fondo quienes pudieran ser vuestros verdaderos compañeros, habría mucho que hablar. Quizás en muchos momento sean aquellas personas, aquellos ciudadanos, que os facilitan el trabajo y a los que os debéis ( no olvidéis esto nunca) y que vuelcan toda su confianza en vosotros. Quizás el mejor compañero de aquellos guardias que recorrían las carreteras con lluvia, nieve, calor, o cualquier otra eventualidad, era aquella señora que los acogía en su casa y los calentaba a la lumbre, o los daba de comer un par de huevos fritos, o los sacaba el fresquito botijo y les proporcionaba la sombra donde refrescarse. No sé…todo pudiera ser…sería cuestión de analizar las circunstancias de cada uno.
Sí de analogías y paralelismo en la tipología del trabajo se trata para catalogar quien es o debe ser compañero, pues también habría que reflexionar.
Puedo equivocarme, pero considero mucho más cercano a un piloto del SAR con un piloto de helicóptero de la GC que con el resto de compañeros de cuerpo…pero si alguien no lo considera así sus razones tendrá. Tampoco creo que, salvo el uniforme, nada tienen en común el guardia que hace labores exclusivamente administrativas, al que se juega el bigote con unos crampones y un piolet. Y así podría exponer algunas “analogías” más .
Lo que sí me da lástima y me apena, es comprobar como se han destruido poco a poco los lazos de unión entre militares y guardia civiles. Y lo peor de todo es que todo aquél que quiso entrar como guardia, ya sabía de antemano como era y funcionaba la empresa. Eso me lleva a pensar ( pudiendo equivocarme) que muchos nunca lo hicieron por vocación, sino más bien por necesidad o por ser más fácil que hacerlo en otros cuerpos exclusivamente policiales….que lo podrían haber hecho por estar abiertos a todos.
Un saludo afectuoso para amigos y “enemigos”.
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