Brahimguardia. Creo que has dado con el quid de la cuestión cuando afirmas, y estoy contigo absolutamente, eso de que “ la lucha de egos puede con vosotros”. Digo vosotros porque no soy GC; pero siempre os tengo alrededor, a vosotros y al resto de la familia militar.
Os puedo asegurar que “ellos”, “los otros”, los militares, os tienen en la más alta consideración y hablan de vosotros con admiración y el máximo respeto. Donde entre un militar ( de cualquier graduación y nivel profesional) entra a su lado y como uno más cualquier GC. Cada uno con su misión, su trabajo y sus particularidades; pero uno más.
Leyendo los comentarios de algunos, no me cabe la menor duda de que la inexperiencia, la juventud, la poca cultura militar, y la desvirtuación social que llevamos arrastrando durante muchos años, hablan por su boca.
Alguno esgrime con tono agrio algún tipo de actitud en determinados militares y en determinadas circunstancias . Poca inteligencia y sentido común demuestran sí solamente este tipo de actuaciones son las que les llevan a hacerse una idea exacta de lo que significa ser militar o guardia civil. Imbéciles, orgullosos, déspotas, aprovechados, e incluso delincuentes que no merecen vestir un uniforme, los hay y habrá en todos los colectivos; pero creo que es fácil de entender, que casos específicos, y mayoritariamente aislados, no deben ser el arma utilizada para juzgar a todo un colectivo sea el que fuese.
Hay otro factor que puede ser determinante en estos días para crear o destruir “compañerismos”; y es , ni más ni menos, la procedencia de muchos de los componentes de la GC.
Algunos han salido de las Fuerzas Armadas cabreados y desilusionados; y ello conlleva una determinada actitud hacia sus antiguos compañeros. Otros, por el contrario, seguro que añorarán ciertas particularidades y seguirán sintiéndose unidos a esos mismos compañeros. Y otros, los que no tienen ni **** idea de lo que es y supone ser militar, se sentirán de otra galaxia. También existe otra tipología; y es esa tan carpetovetónica, en la que cualquier españolito se siente un ser superior y diferente cuando luce un uniforme. Pero esta última suele mitigarse con el paso de los años.