La GC la dirigen los Generales, aunque haya un político al mando. Siempre ha sido así, porque ningún Director General se ha implicado en los problemas de los guardias civiles. La diferencia entre un político al mando del cuerpo y un General al mando del cuerpo, es que al primero le incomoda que salgan en los medios de comunicación problemas de mala gestión en el cuerpo, por el coste político para su partido, mientras que al segundo le da absolutamente igual porque no le supone ningún coste la mala gestión del cuerpo. Por lo tanto, siempre será más fácil conseguir mejoras con un político al mando del cuerpo, porque con un General al mando, podríamos volver a la capa y el tricornio de servicio.