Veo esto, más como una reacción de los españoles que nos tomamos el independentismo como un desprecio a nosotros y la constitución que el propio hecho de

ingresar o no en una entidad de marca catalana. Aun así, habría que tener en cuenta que la situación de intercambio, colaboración y empleo, variaría

sensiblemente caso de producirse la quimera de la separación, (evidentemente no sería lo mismo).

Es un sentimiento parecido al de la marca carefour o lidel, jooerrr, pero si resulta que están en España y emplean a españoles, el transporte es español y muchas de las marcas que venden también son españolas...... sin embargo, si España entra en conflicto diplomático con francia o alemania, la reacción a no comprar en esos establecimientos sería lógica pese a todo lo citado.