Juzgado por dejar inservible el etilómetro de la Guardia Civil





Javier D.G. se sentó ayer en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal 2 para reponder por la comisión de un delito de daños y de otro contra la seguridad vial, así como de una falta de desobediencia a agentes.






Los hechos por los que fue enjuiciado ocurrieron el 23 de febrero de 2009, minutos antes de la medianoche. Fue entonces cuando Javier D.G., siempre según la versión que mantuvo el fiscal, fue interceptado al volante por la Guardia Civil cuando transitaba en su coche por el punto kilométrico 10,300 de la OU-113.

El procesado, tras ser requerido para que realizase una prueba de alcoholemia, introdujo en el etilómetro de los agentes un líquido que albergaba en su boca y que lo dejó inservible (le causó 2.362 euros de daños). Asimismo, arrancó su coche, a pesar de que había sido inmovilizado. Al final, el fiscal sólo le atribuyó la comisión del delito de daños y la falta (pidió sendas multas por ellos).


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