Dicen las malas lenguas que los órganos viscerales de los políticos están sujetos a otras reglas físicas distintas en sus digestiones los portados por esos cuerpos simples de la plebe.

Dícese por ahí, que si la señorita ( por no llegar a señora en el buen uso de esa palabra) Cospedal bebiese agua del grifo como hacen miles de españoles entre ellos yo, le entraría un guitarreo en sus entrañas antes de hacer entrada en las mismas alguna bacteria superviviente al cloro.

Y es que la inmunidad de paladares, estómagos y bolsillos va a la par de la señorita de postín Cospedal . . . pero mucho me creo que no será la única en tener ese y otros muchos placeres que suelen dar los bolsillos llenos y el ser político, porque el ser político en esta España nuestra suele llevar parejo buenos sueldos y mejores placeres . . .

La vergüenza es una de las moralidades que no suelen tener estos políticos.
La señorita de Cospedal debería saber que el agua que vende Mercadona es exquisita y suele ser bastante más barata . . y que no olvide que pasa por laboratorio para que a su merced no le entre a sus finos intestinales alguna bacteria.

En España, la desvergüenza suele tener nombres propios.

:mariguano:-)