El discurso del presidente de la Generalitat, Artur Mas, que dio inicio ayer al debate de política general en el Parlamento autonómico fue una arenga triunfalista que dibujó un país estratosférico casi ajeno a la crisis actual que vive Cataluña. Un ‘president’ que, además, va a reforzar las ‘embajadas’ como parte fundamental de la ‘estructura de Estado’ catalana y que culpa a los Gobiernos de Rajoy y Zapatero de lo poco malo que parece haber en la autonomía. Por eso, según el ‘president’, no queda más remedio que plantear la autodeterminación.
Mas comenzó poniendo números sobre la mesa para justificar el boceto del país que llevaba dibujado en el discurso. “Nuestra proyección exterior gana cuota de mercado. Crecemos a más del 10% anual. Cataluña reporta el 1,5% de todo el comercio mundial. Creamos cuatro veces más riqueza y exportamos cinco veces más que algunos países. Si fuésemos un Estado independiente, estaríamos entre los 5 países más exportadores del mundo. Y hay otra ventaja: por primera vez, exportamos más a otros países que al resto del Estado español, lo que es un hecho histórico: la balanza está en el 54% a exportaciones y el 46% al resto de España. Además, el 63% de lo que vendemos afuera va a la UE y el 10% a países de África, América y otros países de Europa”.
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