Entiendo al compañero policía y lo duro que debe ser encontrarse delante de semejantes individuos, cumpliendo con su deber.
Entiendo todo eso si no fuera porque amparados en la Constitución y la legalidad, hay pocos, muchos, muchísimos (no se el número) políticos corruptos, que se enriquecen, o arruinan el país o siembran el odio entre los españoles, para tener su cuota de poder y que pase lo que pase se van de rositas, prostituyendo las leyes que ellos mismos hacen. Como consecuencia de ello nos enfrentamos entre nosotros que somos el pueblo y sufrimos las consecuencias de su ineptitud, sus ansias de poder o avaricia, presumiendo de ser nuestros representantes.
Yo jamás voté a ningún partido para que pactase con otro y utilizase mi miserable voto para sus propios intereses, cuando voté no se me pidió autorización para hacer pactos con tal o cual diablo, por tanto no entiendo ese pacto, el cual nos ha arrastrado hacia el abismo en el que nos encontramos, miserables políticos que no saben reconocer sus derrotas, pactando con nuestros enemigos, que no suyos con tal de gobernar.
Por desgracia la ley se aplica con diferentes grados, desde el máximo rigor cuando se aplica a un policía, pasando por un rigor suave cuando afecta a los ciudadanos o directamente no se aplica cuando afecta a jueces o políticos.
Marcadores