Yo le entiendo perfectamente, pero usted también me entiende a mí.
Mis hijos arrastran apellidos catalanes, ya que de alguna parte de España son siempre los apellidos españoles.
Aquí el problema no es de los catalanes en su conjunto, sino de sus políticos y unos cuantos de ellos que usan la cabeza para embestir y no para pensar, y el corazón para excluir y no para compartir.
El problema lo tienen “ellos” no el resto de España, que los padece.
Un saludo
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