Los Suboficiales de la Guardia Civil creíamos, ingenuamente, que tras soportar estoicamente una brutal pérdida de nuestro poder adquisitivo (subida del IRPF, reducciones de sueldo y congelaciones salariales, un paro sin fin en el seno de nuestras familias, subida de impuestos indirectos, …) podríamos llegar a atisbar alguna solución que al menos paliara, en lo social y laboral, algunas de nuestras más endémicas carencias a la espera de mejores tiempos. Craso error.
Las últimas noticias llegadas desde el Consejo de la Guardia Civil dan al traste con años de esperanza y vanas ilusiones para nuestra Escala: reserva de un 30% para la Escala de Cabos y Guardias para acceso a Oficial por promoción interna y sin transitoriedad alguna -¡gracias ASESGC y AUGC por esta tropelía!-, aumento hasta los 63 años para el pase a la Reserva, rechazo al aumento de la plantilla de Brigadas y Subtenientes para vacantes operativas, sin solución la pérdida de destino por ascenso, etc.
La inoperancia en la consecución de algunas mejoras sociales y laborales y el empeoramiento de nuestra situación en general tiene dos orígenes claros y constatados. Por un lado el propio Consejo de la Guardia Civil, equiparable en efectividad al Consejo de Seguridad de la ONU o a una Comisión de Investigación en el Congreso. O sea, ninguna. Un foro de discusión sobre el sexo de los ángeles y de pérdida de tiempo y dinero sin resultado alguno.
Por otro, la complicidad de otra Asociación de Suboficiales con el Estado Mayor de la Guardia Civil que ha mantenido aletargada la escala de Suboficiales con falsas promesas y con una sumisión cómplice de su directiva a los postulados de la DGGC llegando incluso a la defensa pública y televisada del anterior e insulso Director General y su Ministro del Interior, con una desfachatez y descaro que sugieren precio o recompensa.
Esta complicidad, contrastada por la vía de los hechos, hace dudar si las notas de prensa de esa otra Asociación no salen directamente redactada desde algún despacho de Estado Mayor en vez de por alguien de su Directiva, pues no es posible ni cabe en cabeza alguna que la Escala más castigada siga siendo la menos favorecida y que la asociación “representativa” de los Suboficiales se convierta en cómplice de este atropello, desactivando y destituyendo sus voces más críticas con esta postura genuflexa y sin dar una respuesta firme y contundente como hizo USGC al abandonar el Consejo.
¿Tendrá algo que ver en la postura indolente, tibia y sumisa de ASESGC la promesa de unas jugosas subvenciones y la liberación de sus representantes?
Juzguen ustedes mismos.
Si la Escala de Suboficiales y la solución de sus problemas dependen de una Asociación “representativa” que convive en simbiosis perfecta con el Estado Mayor, podemos esperar la misma inmediatez y capacidad de respuesta que el Vaticano: dentro de unos 400 años puede que nos den la razón y pidan perdón públicamente.
Aunque puede que no haya que esperar cuatro siglos, porque USGC va a recurrir en todas las instancias jurídicas españolas y europeas para enmendar la ineptitud de unos y la necedad interesada de otros.
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