"La puntilla definitiva" me parece, cuando menos, un título demasiado catastrofista para el asunto.

Los Guardias pueden presentarse a Sargento directamente sin pasar por Cabo, y la Guardia Civil sigue funcionando; y estoy seguro de que algunos de los Suboficiales que ahora se rasgan las vestiduras no pasaron por el empleo de Cabo.

Lo que va a suceder con esta medida es que habrá más selección, lo cual redunda en beneficio de la Escala de Oficiales, a la que accederá gente más preparada.

Por lo que se debería abogar ahora es que el baremo cuente menos de lo que lo hace hasta ahora, y que sea el examen de oposición el que verdaderamente haga la selección de los que pasan o no pasan.