Una juez retira a un padre la custodia de su hija por ‘no enseñarle castellano’
La sentencia, dictada en Santander y referida a una niña de Cambrils, dice que ésta y otras ‘estrategias’ destruyen el vínculo con su madre
Una juez de Cantabria ha retirado a un vecino de Cambrils la custodia de su hija de cuatro años por «no enseñarle castellano hasta que ha acudido al colegio». Ésta es una de las «estrategias» que, según señala la sentencia, ha utilizado el padre para «transformar la conducta de la niña y destruir sus vínculos con la madre». La resolución, con fecha 28 de septiembre de 2012, está firmada por la juez Aida Barreda, titular del juzgado de primera instancia nº 11 de Santander.
El Diari ha tenido acceso a la sentencia, que decide atribuir la custodia de la niña a la madre –agente de la Guardia Civil– al entender que el padre –agente de los Mossos d’Esquadra de Cambrils– ha intentado «deformar la realidad» para alejar a su hija de su progenitora. Además, esgrime otros motivos como que «la separación de la menor de la figura de referencia materna supondría una pérdida emocional más importante que la pérdida de un ambiente o una escuela».
La madre es agente de la Guardia Civil en Cantabria, donde se trasladó coincidiendo con la ruptura conyugal, cuando la niña era un bebé. La sentencia de separación concedió la custodia al padre para evitar que la pequeña, nacida en Cambrils, saliese de su entorno familiar habitual. Pero a partir de mañana, según dicta la nueva sentencia, la menor tendrá que adaptarse a una nueva realidad junto a su madre.
El progenitor ha presentado un recurso a la Audiencia Provincial de Cantabria, a la espera de conseguir revocar la decisión, pero por el momento la pequeña tiene que irse y él debe pagar 500 euros mensuales en concepto de pensión alimenticia.
El Diari se ha puesto en contacto con el entorno de esta familia cambrilense, que ha empezado a movilizarse para reclamar «justicia» y tratar de detener el traslado de la pequeña. Afirman sentirse «indignados» y califican la decisión de la juez como «incomprensible», manifestando su incredulidad ante esta justificación. Además, aseguran que utilizar un argumento como la lengua «demuestra el desconocimiento de la realidad de nuestro país», añadiendo que la niña no tiene problemas para comunicarse en castellano.
Asimismo, los amigos y compañeros del mosso cambrilense añaden que este cambio «no va a suponer ningún beneficio para la niña, sino que supone un retroceso en el camino hacia la igualdad que debe presidir las relaciones familiares y una falta de respeto a nuestro patrimonio cultural».
La sentencia argumenta que «el progenitor está empleando una añagaza urdida para evitar que la menor tenga una relación normalizada con su madre», y lo acusa de dejarla al margen de información importante como la médica. Desde el entorno paterno responden que no se ha pedido ningún informe psicológico de la niña antes de dictar sentencia.
Pese a ser conscientes de que será difícil conseguir que la justicia dé marcha atrás, al menos a corto plazo, han iniciado una recogida de firmas y ya han obtenido 500. Mañana se ha convocado una concentración de apoyo a las puertas del domicilio familiar coincidiendo con la hora en que la pequeña abandone su hogar.