Las separaciones es lo que tienen de peor, los hijos.

En principio y salvo causa suficiente en su contra, la madre prima sobre el padre. El mejor ambiente es la madre, y la lengua de todos los niños del mundo, siempre ha sido por antonomasia “la materna”.

Es un problema de expareja. Meter aquí al nacionalismo catalán por medio, es otro motivo para despreciar abiertamente ese nazionalismo y eso que quieren llamar cultura.


A fuerza de arrojar que atacamos “su cultura” se van a encontrar con que ya estamos hasta los mismísimos de “su cultura”.

Abiertamente.