Federico Jimenez Losantos, junto con Pedro Jeta, son esa clase de periodistas amarillistas, sin escrúpulos, que lo único que les preocupa es el negocio editorial, sin importarle destrozar la vida de cualquiera que caiga en sus garras con tal de hacer audiencia o vender periódicos.
El caso del maoista arrepentido es sangrante, ademas de sin escrúpulos, cobarde, cada vez que es llamado a un juzgado, dice "que él solamente comenta lo que el Mundo pública".