En esta ocasión me alegro por él y por su familia, pero para mí sigue siendo un delincuente condenado en firme y con antecedentes penales.
Puede que alguna vez haya dicho alguna verdad, pero su prepotencia de salvapatrias le ha costado más de una condena porque no se puede ir insultando a la gente gratuitamente.
Si se tienen pruebas hay que acudir a denunciarlo a la justicia, pero no se puede uno erigir en baluarte de la verdad absoluta, menospreciando a las personas e insultándolas de manera muy poco ética.
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