Ya sabemos que hay gente interesada en aprovechar cualquier circunstancia para llevar el ascua a su sardina, aunque la sardina apeste a podredumbre y resulte incomestible; pero es lo que tiene la naturaleza humana. Lo malo de esto, es que en algunos casos el individuo aproveche el medio y la libertad de opinión para hacer el trabajo de zapa a quien le paga o de quien se beneficia. Podría ser también que le falta algún tornillo; pero esos no suelen ser peligrosos a diferencia de quienes tratan siempre de alcanzar algún tipo de objetivo con las manipulaciones enmascaradas en soflamas de tipo politico.
Personalmente me es indiferente la catalogación jurídica que pueda tener este tipo de acción. Yo la califico de putada, y a sus ejecutores de hijos de **** irresponsables. Sé que suena algo peor que la palabrería qué se suele usar para amortiguar las conciencias, pero me expreso en un español popular y con cientos de años de pedigree acreditado.
Supongo que muchos de vosotros, por vuestra profesión, sois conscientes del peligro que supone cualquier incidente que pueda ocurrir en la red de metro. Cualquier incidente que pueda ocurrir en superficie, si ocurriese en la red de túneles que es el metropolitano, puede convertirse en una catástrofe de incalculables consecuencias.
Los que vivimos de solucionar los problemas y las estupideces de los demás en casos de emergencias, somos conscientes del peligro que supone acciones de este tipo. El funcionamiento del metro madrileño es muy complejo y depende de multitud de circunstancias para que lo haga con la seguridad que sus usuarios merecen. Cualquier alteración incontrolada es, a priori, un atentado contra la seguridad de ciudadanos inocentes, y como tal no merece más que desprecio y el castigo que corresponda.
No creo que se tenga qué tener una inteligencia superior para saber qué tipología social y política pudieran tener los DELINCUENTES ( estos sí que son verdaderos delincuentes) que han perpetrado esta estupidez. Solo hace falta estar un poquito al tanto de la problemática social actual, y daremos en la diana. No hay lugar a error salvo que estemos ante una sociedad de tarados mentales.
Tratar de buscar algún tipo de justificación de este hecho en función de acciones u omisiones políticas de cualquier tipo, lo considero de bajeza moral y de falta de cordura.
Espero que quienes tienen encomendado la seguridad de los ciudadanos españoles, hagan bien su trabajo y que la justicia depure responsabilidades, aunque personalmente les ataba una soga a los cataplines y que con ellos hiciesen fuerza para tratar de frenar un convoy.
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