Creo que a estas alturas casi todos nos hacemos una idea del trilerismo político que se ha dado en Andalucía durante años y años.
Tengo fe en que esa señora juez ponga a todo aquél que pueda en su sitio, incluso en la cárcel si es merecedor, pero hay cosas que me siguen preocupando.
Me refiero al “pasotismo” de una parte de la sociedad andaluza ante semejantes hechos, y por otro lado al silencio hipócrita de que hacen gala la izquierda socialista en general.
Si ahora, en nuestros días, la interpretación de hechos que ocurrieron hace tan poco que todavía queda algún testigo vivo, se entienden de forma distinta y contradictoria cuando son hechos en los que se ha vertido toneladas de tinta y los más concienzudos historiadores han invertido muchas horas de sus estudios en sacarlas a la luz, ¿qué puede pasar dentro de unos años con la historia que ahora mismo se está escribiendo?
Quizás el ejemplo de lo que está ocurriendo en nuestras narices sea esclarecedor para entender cómo se puede manipular la historia que heredarán nuestros nietos.