¡¡Puf!! Siempre pasa lo mismo. Cuando más relajado estás y piensas que “no pasa nada”, de improviso y como un mazazo ocurren las cosas.
Al ver las imágenes era como revivir aquellas otras de Madrid. Casi el mismo escenario. Otra vez los sonidos de los teléfonos que salen del fondo de un cuerpo tapado y que nadie contestará. Odio el sonido del teléfono.
Otra vez queda plasmado como la gente, esa misma que habitualmente “pasa de todo” menos de lo suyo, se vuelca y da todo lo que puede en casos como estos. Bien por ellos. Todavía podemos pensar que alguien nos tenderá la mano si llegamos a caer.
Bien por los profesionales que se ven inmersos en este tipo de situaciones. Es difícil asimilar en segundo todo lo que aparece ante tus ojos y comenzar a trabajar con un protocolo mental ordenado. Luego la moviola mental les pasará una y otra vez esas imágenes que ya nunca se borrarán de su memoria. Hay veces que ni todo el oro del mundo podría pagar a esta gente.
¿Cómo ha podido ocurrir esto? No lo sé. Ahora hay que priorizar; pero es imprescindible averiguar los hechos desencadenantes para poner remedio y que nunca vuelva a ocurrir un hecho como este.
Pienso en los familiares de quienes han perdido la vida en un abrir y cerrar de ojos. Seguramente hacía unas horas que los habían despedido alegres sin pensar que la dama de negro les esperaba en una curva a la entrada de Santiago. Ahora no se podrán explicar qué es lo sucedido. Aquellos a los que habían despedido con un hasta la vista, ya nunca regresarán. Siento pena y tristeza por ellos. Espero que sepan asimilar este mazazo.
También pienso en aquellos que pudieron salvar la vida pero que han sido alcanzados por los zarpazos del metal. Ellos están vivos, pero sus heridas quedarán hasta el final de sus días. Ojala que puedan superarlo y que llegue un día en que olviden lo inolvidable.
Noche triste la pasada. Casi daba vergüenza quedarse dormido mirando las estrellas mientras unos hermanos nuestros habían perdido la vida y otros quedarán marcados para siempre.
Rezaré por todos.