Fijémonos ahora en la parte trasera del tren, en el penúltimo vehículo, que es el segundo furgón generador. Lo veremos en las 4 siguientes fotos:










Vemos claramente que ese vehículo, al entrar en la curva, sale despedido hacia el exterior, arrastrando también a los más próximos a él.


En resumen, la explicación de estos hechos es bien sencilla: los furgones, con sus pesados grupos electrógenos, tienen una masa muy superior a la de los ligeros coches de viajeros. Su gran inercia los hace saltar de la vía al entrar en la curva, arrastrando al resto de la composición.

El asunto se agrava aún más en la cola del tren, pues la gran masa formada por furgón y cabeza tractora se ve lanzada a 200 km/h sobre los coches de viajeros que se encuentran por delante, los cuales ya se encuentran frenados por el descarrilamiento, de ahí se deducen los muy superiores daños sufridos por los coches de cola en comparación con los de cabeza. Incluso uno de esos coches resultó lanzado por la rampa exterior que forma allí el terreno.