Crece la «agresividad» de los inmigrantes que asaltan la valla fronteriza de Melilla.

Crece la «agresividad» de los inmigrantes que asaltan la valla fronteriza de Melilla - ABC.es
En las últimas 48 horas casi 200 subsaharianos han intentando cruzar la alambrada que separa Marruecos de la ciudad.

En apenas 48 horas, Melilla ha registrado dos asaltos masivos de inmigrantes en el vallado perimetral y la llegada de una patera a una playa de la ciudad. Solo ambos sucesos han supuesto la entrada de casi 200 subsaharianos.
Sin embargo, actualmente, no solo existe una preocupación por el repunte de la presión migratoria, sino también
de la derivada de la actitud de los inmigrantes. El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, aseguraba este martes en un comunicado donde se informaba de los datos del asalto ocurrido de madrugada de «las novedosas prácticas de amenazas y presión a las Fuerzas de Seguridad del Estado que vienen protagonizando últimamente y en mayor medida los inmigrantes que intentan acceder a Melilla».
Si en 2005 se hablaba de salto a la valla, actualmente se utiliza el término asalto, mientras que también se alude a palabras como «agresividad», «chantaje», «amenazas» o «enfrentamiento abierto» de los inmigrantes con los agentes.
Por su parte, algunas ONG denuncian lo contrario y censuran el trato que, principalmente la policía marroquí da a los inmigrantes que se refugian en los bosques a la espera de conseguir entrar en Europa.
Dispuestos a jugarse la vida
Según han relatado fuentes policiales, los subsaharianos vienen dispuestos a jugarse su propia vida, sin importar si ponen en riesgo la vida de los demás. En los asaltos al vallado, utilizan piedras y palos, mientras que, en las llegadas en patera, vienen provistos de garrafas con gasolina e, incluso, amenazan con tirar al mar a los menores que viajan en las embarcaciones.
Así lo denunció el pasado 4 de julio la Delegación del Gobierno en Melilla, cuando aseguró que los inmigrantes adultos que viajaban en la patera que llegó ese día amenazaron a la Guardia Civil «con gestos inequívocos» con tirar a los más pequeños al agua «en su ánimo de forzar a toda costa la entrada» a la ciudad autónoma.
Amenazas de quemar su propia embarcación
No ha sido un hecho aislado. El pasado lunes, esta circunstancia se volvió a repetir cuando dos de las mujeres que viajaban en la patera interceptada en el mar por la Guardia Civil, cogieron a sus supuestos hijos en brazos y amenazaron con tirarlos al agua, mientras que el patrón de la embarcación también amenazaba a los agentes con prender fuego al bote con un mechero y una garrafa de gasolina.
Tampoco era la primera vez que se producía este «chantaje» de quemar la embarcación, motivo por el que la lancha de los GEAS de la Guardia Civil ya iba preparada con extintores.
La diferencia, en este caso, es que de lo ocurrido el pasado lunes existen imágenes grabadas, puestas a disposición de un juzgado de Melilla, que ha decretado el ingreso en prisión del patrón de la patera. Por el contrario, las dos supuestas madres han quedado en libertad con cargos.
Ya en abril se produjo otro incidente en el que resultaron heridos seis guardias civiles después de que inmigrantes que llegaban en patera se enfrentaran a ellos provistos de cuchillos y palos, lo que terminó con cinco de los indocumentados en prisión.
La inmigración no es un fenómeno nuevo para Melilla, pero sí se ha producido una variación en los términos empleados para describir las entradas.
Interior reforzará la acción policial
EFE MELILLA
El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, ha asegurado que la actividad de las organizaciones delictivas que hacen negocio de la inmigración es «tremendamente tenaz y en muchos casos muy violenta», lo que obliga a tomar medidas de acción policial e inversiones inmediatas en los puestos fronterizos que «darán resultado».
Martínez ha recordado que en verano se producen más intentos masivos de entrada, la mayoría de ellos de carácter violento que ponen en situación de riesgo a las fuerzas de seguridad.
Por ello, ha concluido, hay que actuar «con mucha prudencia atacando el fenómeno de la mafias que se están lucrando con el drama de muchas personas» y que España tiene hacerlo en estrecha colaboración con Marruecos.