Je, je. Menos mal que la mueta no era muy cabezona.
Está bien que los guardias actúen y usen el sentido común, pero no es para tanto. Lo preocupante, según cuentas, es que de toda esa gente que miraba no hubiese algún aficionado a bricomanía. Quizás un simple “gato” de los que se utilizan para quitar y poner ruedas lo hubiese solucionado.
De todas formas, bien por los guardias.