Sí Quevedo o el capitán Alatriste levantasen la cabeza y viesen que hoy se mezcla el néctar de los negritos del África tropical con la casticísima porra madrileña, uno se borraba del Tercio y el otro se dedicaba al pasodoble.¡ Ya te vale señor López!

Hablando de los duros de Cádiz, ¿acaso no conocéis el pequeño truco de” raspar la uña”?