Los que tendrían que irse son las parvas de chorizos que nos mangonean, pero están tan a gustito que esos no se van ni echándolos a cañonazos.
Los que tendrían que irse son las parvas de chorizos que nos mangonean, pero están tan a gustito que esos no se van ni echándolos a cañonazos.
Saludos.
Dale limosna, mujer, que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada
http://postimg.org/image/v2qv87bol/
Marcadores