Ná. Diez trienios no es ná. Ahora es cuando empiezas a saber bien lo que haces y a ser importante con el chavalín que acaba de llegar como tú, sin saber, ni tan siquiera, donde está y dónde ha ido a parar.
Enhorabuena por haber llegado a esta meta, pero no te pares y sigue con más ilusión hasta el final. Disfruta del “saber hacer” que da la veteranía y sé útil y sin egoísmos a la gente nueva.
Puedes tomarte un orujo para celebrarlo. Lo pago yo.