Asunto bastante complicado. Habrá que esperar a las explicaciones que dé el gobierno, si es que las da, para formarnos una idea.
Lo que sí tengo claro es que, como dice el amigo Trevelez, si el Sr. Carromero hubiera sido un ciudadano de a pié se come a pulso la condena.
En una prisión cubana y no precisamente tomando mojitos bajo el sol o la luna caribeñ@.