Dudo que éste sea el mejor método para aflorar el dinero negro y los defraudadores al sistema. Pero también es cierto, que estoy hasta los mismísimos de cumplir religiosamente con mis obligaciones tributarias para con todas las Administraciones, que no son pocas en este país, y sigan los listos de turno al margen de toda obligación y buscando la forma de defraudarnos a todos. Y me da igual que sean políticos, albañiles, fontaneros o futbolistas.
Si todos cumpliesen, otro gallo cantaría en este país.
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