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Resultados 1 al 2 de 2
  1. #1
    General de Brigada Avatar de Trevelez
    Fecha de ingreso
    22 sep, 11
    Ubicación
    En una tierra con unos exquisitos jamones.
    Mensajes
    9,759

    Post Me niego a demostrar que soy inocente




    Durante varios meses he soportado prácticamente en silencio, todo tipo de acusaciones de la derecha mediática y de sus innumerables voceros. Hoy me referiré a los hechos, no a sus acusaciones, simple y llanamente a los hechos.


    A lo largo de algo más de 20 años, he dedicado mi vida a intentar ayudar a los trabajadores y a cuantos he podido, frente a sus problemas, dificultades y adversidades. Creo que he hecho cuanto he podido y sabido. He vivido entregado por completo, en jornadas interminables, haciendo cientos de miles de kilómetros por toda Andalucía, estando presente siempre donde se me reclamaba, dedicado al trabajo sindical, desde mi compromiso con los trabajadores, con los derechos sociales y ciudadanos, y creo haberlo hecho con pasión, olvidando intereses personales, e incluso anteponiendo mi obligaciones y responsabilidad del compromiso asumido con los demás, ante los contraídos con mi propia familia: mi mujer y mis hijos.


    Ellos no solo han soportado mis reiteradas ausencias, sino las consecuencias, de cambios de ciudad, de residencias, de colegios y finalmente el acoso al que estamos siendo sometidos en los últimos meses, todo ello en función de la dinámica impuesta por mi compromiso personal.


    Quienes me han conocido a lo largo de estos años, saben que en lo único en lo que no he sido moderado, ha sido en mi esfuerzo personal y entrega a mi trabajo sindical, a pesar del visible y conocido progreso de mi enfermedad degenerativa.


    Mi vida y la de mi familia a lo largo de estos años, se ha desarrollado siempre de manera austera, mi responsabilidad como Secretario General de la UGT Andalucía, no supuso jamás para nosotros beneficios económicos, ni de estatus social, o de cualquier otro tipo.


    No ha cambiado nuestro modo de vida, ni el grupo de relaciones sociales, nuestros amigos siguen siendo los de siempre, mayoritariamente de Jaén, y siempre hemos evitado todo aquello que no fuese lo habitual en nuestras vidas. Hemos procurado siempre que mi responsabilidad al frente del sindicato, no cambiase nuestra forma de vida.


    Hemos vivido según nuestras posibilidades económicas, las habituales de dos empleados públicos, mi mujer y yo, ambos por cierto por oposición y aprobadas mucho antes de que se iniciase mi compromiso con la UGT. Posibilidades económicas limitadas, como para tantas otras familias, por el pago, casi a lo largo de todos estos años, de la hipoteca y préstamos de compra, rehabilitación y mantenimiento de nuestra casa en Jaén.


    Con la economía propia pues, de una familia con tres hijos, dos salarios medios, el mío a lo largo de este año en torno a 1.650€ netos, y el de mi mujer similar, con hipoteca y desde hace varios años con tres hijos en la universidad.


    Quienes han querido convertir en una prebenda, el hecho de que el sindicato proporciona el alojamiento a quienes tienen que desplazarse a Sevilla, para el desarrollo de su actividad sindical, desde su lugar de residencia, no desconocen por su obviedad, que sería imposible que cualquier trabajador pudiese dedicarse al trabajo sindical, teniendo que asumir los gastos de una segunda vivienda, en el lugar que al que el sindicato le exija desplazarse.


    Se han escrito ríos de tinta y dedicado horas interminables en distintos medios de comunicación, a glosar los lujos y magnificencias de la vivienda, una casa adosada en Sevilla Este, que el sindicato puso a mi disposición, tras su compra, en el año 2000. La inquina, el ensañamiento y la distorsión de la realidad, ha sido de tal nivel, que no solo quienes allí hemos vivido, sino quienes a lo largo de estos años han conocido la vivienda, difícilmente, pueden salir de la sorpresa, del asombro, cuando no de la indignación, ante tanta mentira, no solo sobre las características de la casa, hay en torno a doscientas iguales, sino también de la zona y las supuestas actividades de quienes allí hemos vivido.


    Es efectivamente una vivienda digna, pero carente de todo lujo u ostentación, adecuada a las necesidades de una familia, y a su utilización como así ha sido, también para reuniones de trabajo, con personas y grupos, que han tenido la amabilidad de acudir a la misma permitiéndome así, continuar allí mi trabajo, especialmente en los periodos de convalecencia, muy frecuentes en los últimos años.


    Nunca jamás, ni yo ni el resto del equipo de dirección del sindicato a lo largo de este periodo, hemos cobrado un salario del mismo. Cada uno de los integrantes del equipo, ha recibido el salario de su empresa.


    Durante mi etapa al frente del sindicato, hemos mantenido el criterio, la norma general en el sindicato, que implica que los gastos que genera la actividad sindical, no recaiga sobre quienes la realizan. Ningún trabajador podría, insisto, dedicarse plenamente a trabajar para los demás, asumiendo también los gastos que conlleva ese trabajo. Pero entendiendo siempre por gastos de actividad, aquellos permanentes u ocasionales como: desplazamientos, alojamientos, manutención, material específico, e imprevistos suficientemente justificados con la correspondiente facturación.


    Ciertamente los gastos como consecuencia de nuestra actividad sindical habitual, han sido reiterativos en el tiempo y en las cuantías, excepto por actividades extraordinarias desarrolladas en distintos lugares, o por gastos muy específicos para o por esas actividades.


    En la gestión económica y en la contabilidad, creo que hemos actuado con todo el rigor, la trasparencia y la minuciosidad exigible. Tanto es así, que como es de sobra conocido, hemos sometido la gestión económica de la dirección del sindicato a reiteradas auditorías externas, además de las internas permanentes, y las oficiales de los organismos públicos pertinentes, y ello, me permitió hace ya varios años poner a disposición, de quien tuviese interés en ello, las cuentas de UGT Andalucía.


    En lo que a mí respecta, creo haber hecho no solo un uso correcto, sino también honesto de los recursos del sindicato, nunca he utilizado otros recursos ni para otros fines, que los estrictamente necesarios para la actividad sindical y la responsabilidad que he desarrollado, o me permitirían seguir desarrollándola. Bien por el contrario, quienes han seguido de cerca mi proceder en este sentido, saben por ejemplo, que durante aproximadamente la mitad de mi etapa en el sindicato, he utilizado mi propio coche, hasta cuatro he “quemado”, en mis desplazamientos por toda la comunidad autónoma. Y los correspondientes responsables de administración, pueden atestiguar que nunca he solicitado de manera sistemática, la contraprestación económica estipulada en estos casos.


    Al igual que el resto de mis compañeros y compañeras del equipo de dirección, he sido especialmente cuidadoso para no solicitar y por tanto recibir, los muchos gastos que en el día a día conlleva nuestro trabajo, siempre en la prevención de que no fuesen confundidos con gastos de tipo personal.


    En cualquier caso, en la contabilidad de UGT, ha quedado siempre reflejado y justificado tanto los gastos de cada persona como los inherentes a su área de trabajo.
    Esta ha sido la realidad, la verdad, no mi versión, son los hechos, y cuanto aquí reflejo tiene el soporte documental correspondiente y cientos de personas han sido testigos de mi proceder tanto como sindicalista, como a nivel personal.


    No tengo más propiedad que mi domicilio familiar en Jaén y un pequeño solar, adquirido en 1999, en una aldea de la Sierra de Segura. En mis cuentas bancarias apenas hay el dinero suficiente para llegar a final de cada mes, y estoy dispuesto a que en presencia de quien lo solicite, las entidades bancarias certifiquen cuales han sido mis ingresos y los de mi familia a lo largo de los últimos 20 años. Tampoco tengo cuentas en Suiza, en ningún paraíso fiscal, ni escondido bajo el colchón.


    Las mentiras, las medias verdades, las manipulaciones informativas, las especulaciones insidiosas, el acoso personal, el espionaje y el atentado permanente, al que algún destacado miembro de la derecha mediática, de prácticas fascistas, nos han sometido a lo largo de los últimos meses, habla más de ellos que de mí, de su falta de ética profesional y personal, de la calidad humana de quienes dirigen esos medios y de quienes se prestan a su juego o los utilizan.


    En las últimas semanas, hemos donado a distintas entidades material de rehabilitación y deportivo. Entre ellas al Taller Ocupacional para personas con discapacidad de un municipio, al que anteriormente se habían realizado donaciones por UGT (como se puede probar documentalmente).

    Su última actuación ha pasado por convertir de manera torticera, la utilización del vehículo de dicho taller que fue a recoger el material mencionado, para la realización de la mudanza a mi nueva vivienda, que dicta apenas 300 metros de la anterior, mudanza que por otra parte ha realizado mi familia con medios propios, al tratarse solo de nuestras pertenencias personales.


    Lamento profundamente, la confusión generada por la manipulación informativa, no por mí, que me estimula, sino para quienes en su buena voluntad pretendiendo ayudarnos a trasladar algunos enseres de mayor volumen, se han visto envueltos en una polémica, y acusados mediáticamente por unos hechos que ni motivaron su presencia allí, ni cometieron.


    Vigilados, espiados, seguidos, fotografiados y acosados mediáticamente, vivimos condicionados mi familia y yo.


    Supongo que forma parte de ese modelo de sociedad que durante tantos años impusieron los fascistas en nuestro país, y que los dirigentes de algunos medios tanto parecen anhelar.


    Desde mi retiro voluntario, y siendo consciente de las limitaciones que me impone mi enfermedad, como decía antes, su forma de actuar me estimula, a seguir luchando contra ellos, y contra las ideas que defienden.




    Soy consciente de mis dificultades ante el adversario, pero quienes están detrás de este tipo de prácticas, mediáticas y políticas, merecen ser combatidos con todos los esfuerzos posibles, en este país, en esta sociedad, no podemos permitir que los acusados tengan que demostrar su inocencia, por más acoso al que nos quieran someter.

    El blog de Manuel Pastrana
    Saludos.

    Dale limosna, mujer, que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada

    http://postimg.org/image/v2qv87bol/

  2. #2
    A muchos no les hace falta demostrar nada son los hechos que se ven los que hacen el trabajo justificativo. Hoy por hoy o están en los pedestales o estan propuestos para ello, no han pedido nada a cambio y lo han conseguido. Simplemente han hecho lo que tenían que hacer, han convencido a todos con su ayuda. En tu caso otros vendrán que bueno te haran o no a esperar.

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