Bueno, bueno. ¡Quietos paraos! Qué no hace falta escribir en colorines para argumentar opiniones.
Hasta ahora nadie ha dicho que el movimiento sindical no deba existir. Para que el personal no se pierda y se lie, hay que separar sindicalismo, sindicatos de clase, sindicalistas actuales, y la esencia del movimiento sindicalista y los sindicatos primigenios. Es como la familia de los cánidos, y fijaros que se puede empezar por un chiguagua de esos pequeñines, y se puede terminar por el lobo estepario pasando por el perdiguero de burgos.
Cuando hablo y opino de sindicatos, siempre me estoy refiriendo al sindicalismo de clase actual. A ese que depende directamente de dos partidos políticos de izquierdas y que están a sus servicios. Que son la correa de transmisión de unas determinadas formas de sociedad en el mundo laboral. Y que viven ( y de **** madre) a costa de todos y con el dinero de todos ( incluso de aquellos que no nos agradan y nada queremos de ellos)
Tratar de criticar una organización con alguien que está o ha estado integrado en ella por convencimiento, es perder el tiempo; así que, como no me sobra, no lo haré; pero puedo responder a alguna que otra cosilla.
Trévelez. Arguyes que no tengo ni pajolera idea de cómo funciona un sindicato ( en particular el tuyo) y ciertamente tienes más razón que un santo. No tengo ni **** idea y además no quiero tenerla. Pero sí tengo una idea muy clara del resultado de algunas de sus acciones como sujeto pasivo obligado por sus decisiones y por sus logros ( a mi parecer algunos acertados y otros para restregárselos por la jeta a algunos). Por lo tanto, particularmente considero que tengo tanta legitimidad como vuecencia para opinar. Quizás no te has parado a pensar que los toros hay que verlos desde dentro del ruedo y desde el tendido del 7 ( que es el que paga al que está en el ruedo) quizás entre lo que opinen los de arriba y los de abajo, nos hagamos una idea muy exacta de como era el toro.
Otra de las cosas con las que no comparto vuestra visión del tema, es el enfrentamiento absoluto que se hace con la patronal ( en muchos aspectos otra mafia) y con los trabajadores. Unos sin los otros no son nada y por lo tanto estamos condenados a caminar juntos y en la mejor armonía y justicia social posible ( eso es lo que deberían buscar los sindicatos)
No voy a extenderme en tratar de explicar otro tipo de sindicalismo. Creo que un sindicalista que se precie debe conocer de sobra como nacen, se desarrollan, y terminan en el patio de monipodio actual. Pero sí que puedo decir como entiendo yo la “acción sindical” al nivel del currito que se gana el pan levantándose a las seis de la madrugada y tiene cierto grado de responsabilidad con una porción de compañeros.
Se puede hacer sindicalismo enseñando con el ejemplo. Se puede hacer sindicalismo ayudando y dando ánimos a aquel compañero que pasa por problemas de cualquier índole. Se puede hacer sindicalismo exigiendo dedicación en el trabajo que te da de comer. Se puede hacer sindicalismo sabiendo comprender los fallos humanos y corrigiendo con cariño y profesionalidad. Se puede hacer sindicalismo demostrando a los superiores las carencias y ofreciendo los medios para subsanarlas. Se puede hacer sindicalismo exigiendo formación continua para ser mejores y vertiendo nuestros conocimientos y experiencias en aquellos que lo necesitan. Se puede hacer sindicalismo con una sonrisa y también con una bronca. Se puede hacer sindicalismo exigiendo justicia en el esfuerzo en función de las capacidades de cada uno. Se puede hacer sindicalismo no amparando a los vagos de solemnidad y a los caraduras que, no es que tengan un trabajo, sino que simplemente se” colocan” y extienden la mano para cobrar mientras son otros los que doblan el lomo o se estrujan las meninges. Se puede hacer sindicalismo de muchas maneras sin tener al “papá partido” por encima dándote las directrices y sin cobrar ni un céntimo, ya que se pasaría de ser un “servidor social desinteresado” a un negocio como otro cualquiera.
Claro que esto se acerca más a otra forma de entender las relaciones personales y está en contraposición a la división actual de la sociedad y al egoísmo que suscita el poder y el dinero.
De todas formas no tratéis de comerme el tarro. Ya sabéis que soy muy poco cabezón ( pero muy seguido) y quizás sea por la cantidad de experiencias que ya he vivido y que no me fio en eso de poner los dedos en el enchufe porque siempre salgo “calambritao”. Yo podría beberme un chato con Marcelino en la tasca de “El Terruño” cuando vivía por la glorieta de Oporto; pero jamás lo haré con los actuales “sindicalistas” ( ellos tampoco lo harían en semejante taberna de obreros).
Respecto al asunto andaluz. Creo que cualquier persona que no esté mediatizada por tendencias ideológicas ya sabe poco, más, o menos , de qué va el asunto.
PD. Ya veis que no es menester poner las letras en colorines para decir lo que se piense ( aunque pueda estar uno equivocado)
Sin acritud para ninguno de los colegas que no piensan como un servidor. Un saludazo.
Fin de cita.
Un post bien escrito, estructurado, expresando opinión con maneras y formas.
Una descripción del sindicalismo actual del cual debo expresar que coincido.
Innegable es que hayan sindicalistas que creen en su trabajo y lo realizan con desinterés particular, innegable también que hay sindicalistas que viven del sindicalismo a costa de las espaldas ajenas y con maneras más que reprobables y deleznables.
Si se mira el patrimonio de los dos grandes sindicatos y que partido les regaló un enorme patrimonio, hasta entonces de todos los españoles…..se puede sacar conclusiones de la simbiosis que existe entre el tándem.
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