Y si Ud. me lo permite, un servidor también lo dice.Pues ahora entra un representante del “sexo tonto” qué está de acuerdo consigo mismo a dar su opinión.
Eso de que “todos ganen por igual, y que ninguno pierda” está muy bien y suena aun mejor; pero está basado en premisas falsas y lo qué es peor, es sinónimo de injusticias tan grandes como el volante de un Pegaso.
Últimamente nos han estado taladrando el tarro con la machacona falsedad de que todos somos iguales; olvidando descaradamente poner el apellido a la premisa. Podemos ser iguales como seres humanos y como animales racionales ( a veces más animales que racionales). Podemos ser iguales ante la ley ( lo que también es falso); pero en realidad nadie es igual a su vecino en nada.
Los seres humanos somos diferentes en gustos, inteligencia, en vocación, en aptitudes, en espíritu, en todo. También hay alumbraos y hay tarugos; y lo justo e igualitario debería consistir en la libre oportunidad de acceso a la educación ( ojo; esto no tiene nada que ver con que todos obtengan el mismo título universitario por el mero hecho de ser alumnos de algo) El resto de cosas y las metas y ganancias que se obtengan deben ir en función y paralelas a las facultades positivas de cada cual. Incluso en igualdad de conocimientos y aptitudes, la diferenciación en las actitudes ( con “c”) debería crear diferencias.
En esto encuentro una de las consecuencias negativas de nuestra actual sociedad. La tendencia a “igualar” por “ la base” , entendiendo por “base” la falta de esfuerzo, imaginación, capacidad, etc, crea una falta de ilusión en el estrato más positivo de la sociedad y crea una injusticia social; aunque para los vagos y tarugos de toda la vida les venga de **** madre y lo sepan explotar a las mil maravillas.
Digo yo….
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