Ya sé que algunos dirán lo difícil que es controlar este tipo de situaciones, pero me quedo asombrado del oscurantismo que hay en torno a la adjudicación de los pabellones en ciertas unidades: gente que renuncia y se queda en el puesto número uno hasta que aparece uno de su agrado, cuando la orden dice que debería pasar al final. Gente que pasa a retiro y su hijo sigue viviendo en el pabellón, gente que sólamente utiliza el pabellón para cambiarse y vive en su casa...Pero sin duda, la palma se la llevan las nuevas parejas de hecho que afloran de un tiempo a esta parte. Y conste, que no tengo nada en contra de las relaciones extramatrimoniales heterosexuales u homosexuales, viva el amor libre! pero que un padre de familia casado y con dos hijos, ocupe el mismo escalón en el orden de prioridad que un compañero que hace la gracia de hacerse pareja de hecho con uno de su turno, y encima se regocijan...pues me parece un fraude encubierto, y la Benemérita madre, debería tomar cartas en este asunto. Del mismo modo, que una familia de tres miembros (númerosa en los días que vivimos, escasa otrora...) tiene la máxima prioridad en la concesión de una vivienda, pues si tienes dos hijos, el segundo lugar, y si tienes un hijo, el siguiente...¿no sería más justo?