De todas formas algunos se piensan que esto de tener pabellón es un chollo, o que es un privilegio o algo por el estilo, y esa no es la idea, ni mas ni menos. El que existan pabellones no es mas que por tener a la gente disponible en cualquier momento, a parte de la seguridad de los guardias. En ciertos sitios no es lo mismo vivir dentro del cuartel que fuera, no es igual de seguro. Pero es que tampoco es agradable en algunos momentos. Tu vives en el cuartel, pues eres un firme candidato a tener marrones. Y no es la primera vez que se tira de los que están para ir a buscar a un montañero perdido, a cortar la carretera por una nevada, a detener a un agresor, a recoger una denuncia al entrar en el cuartel y encontarte a una víctima llorando como una magdalena.
Y ahora saldrán, como siempre que sale este tema, todos aquellos que dirán que soy un exagerado, que eso es imposible, o una vez en mil años... y mil historias mas. Señores, vivimos en un entorno rural, donde el guardia es como el cura, el alcalde, el médico, es el primero al que se recurre porque no hay otra cosa. Somos los valedores de la ayuda a mayores, y no todo el mundo sabe que existe el 062. Y hay zonas donde no hay una patrulla, y cuando la hay está sola en toda la compañía. Los pabellones le salen baratos a la Guardia Civil, y al Estado. Tienen a los servicios de información y policía judicial, servicios sociales y atención primaria las 24 horas, sólo por dejar vivir en el trabajo a los guardias. ¿Eso lo hace todo aquel guardia que está pagando alquiler? ¿o llega a casa, su casa alquilada, y desconecta?
No nos engañemos, que aquí todos sabemos de qué pié cojeamos.
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