Dos alcaldes navarros, 'condenados' a muerte por no cumplir la ley de banderas

Una solitaria bandera de Navarra. Ni sombra de la española ni de la ikurriña. Es lo que puede verse hoy en el Ayuntamiento del Valle del Baztán (Navarra, 8.000 habitantes), igual que otros días, según su alcaldesa,Garbiñe Elizegi (EH Bildu), salvo el de la fiesta local, el Baztandarren Biltzarra, cuando cuelga la ikurriña: “Es nuestro símbolo”, dice ella.
El edificio del ayuntamiento del valle se encuentra en el pueblo de Elizondo, una de las 15 localidades bajo su mandato, aunque cada una de ellas mantiene la figura del 'alcalde jurado'. El del propio Elizondo, Mikel Sobrino, se presentó a las elecciones como independiente, pero aun así comparte con la regidora de todo el valle el dudoso honor de haber dado a conocer, mediante denuncia ante la Policía Foral, a la hasta ahora ignota Agrupación de Nacionalistas Navarros (ANN), que envió dos misivas amenazantes con ellos como destinatarios.

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