Veo que estamos otra vez a vueltas con las famosas embajadas, Una cosa es cierta, ninguna comunidad pone al frente de ellas a alguna persona que sea ajeno a su partido, solo hay que ver las valencianas y el derroche de dinero que hacen.

Al margen del cometido que tienen, unas embajadas y otras, no dejan de ser otro coladero de familiares y amigos colocados a dedo cargo del contribuyente.

Repito, no es un problema de Cataluña, el tema en Galicia es mucho peor pero como hacen con todo, lo ocultan.