Jejejeje…..pobre Luciano, debió sudar un rato aquel día de “apariciones”…..vete tú a saber quién medió en tal asunto, si fue el zumo de la uva procesado y embotellado….o fue su conciencia que le jugó una “mala” pasada entre sueños.

Un ratito majo leyendo la historia de Luciano.
Gracias por compartir querido amigo.