Lo único que se me ocurre es expresar una especie de sensación dolorosa por las dos partes, por el que recibe el castigo y por el que tiene que exponer la situación ante sus superiores. No me gustaría estar en el pellejo de ninguno de los dos, pues son situaciones muy comprometidas e involuntarias. Sólo espero que el compañero con problemas de alcohol se cure en estos seis meses, se habría logrado con ello el efecto deseado.