La Unidad de Atestados de Tráfico, a la deriva.

:: Asociación Unificada de Guardias Civiles · AUGC ::

La AUGC denuncia la falta de efectivos en los destacamentos y que los agentes se destinan más a multar que a investigar

La Unidad de Atestados e Investigación de Accidentes de la Guardia Civil de Tráfico de Madrid agoniza, según la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC). Denuncia que este grupo de agentes son destinados cada día a controles de alcoholemia y velocidad y a otro tipo de tareas distintas de su verdadero cometido. «Deberían investigar accidentes pero es lo que menos hacen, aquí solo preocupa hacer números y multar y por eso se les comisiona más a alcoholemia y radar. Está claro que no se les valora», delatan. Además, los destacamentos de tráfico padecen una alarmante escasez de efectivos que provoca que haya noches en los que sólo hay un equipo de atestados para recorrer medio Madrid.

«La situación de por si es insostenible a lo largo de todo el año, pero se agrava en las fechas estivales ya que la gente se va de vacaciones y encima en la última convocatoria de provisión de plazas se han perdido agentes», explica la asociación que lleva meses lamentando la situación deficitaria de personal que sufre el Sector de Tráfico de Madrid.

Los equipos de atestados e informes de la Guardia Civil están divididos en ocho destacamentos. Valdemoro, Madrid, Arganda y Leganés integran el Sur. Villalba, Madrid Norte, Buitrago y Barajas, conforman el norte. «El número de agentes por destacamento no supera la docena, de los que hay que detraer al menos uno que se dedica a tareas burocráticas», según la AUGC. «No se cubren las bajas (parte del subsector norte se ha ido) y hay veces en los que los agentes doblan sin poder descansar con la presión que soportan y sin poder conciliar la vida familiar ya que no saben cuando van a librar. Los jefes disponen de ellos cuando quieren y no tienen cadencia de turnos», subraya AUGC.

«Hay destacamentos que deben cubrir a otros y provocan que un equipo recorra cien kilómetros de punta a punta de Madrid y que cuando llegan al accidente ya se han contaminado pruebas y que no queden vestigios del siniestro porque los operarios de carreteras lo han limpiado todo», señalan. «Y lo peor es que hay veces que recorres esos cien kilómetros sólo en el coche ya que hay una baja por enfermedad y lo que han hecho es mandarte para leer el chip de un perro, una misión que también hacen estos agentes de investigación donde está la unidad de atestados y los equipos de motoristas», describe la AUGC. Estas unidades deberían de dedicarse como tarea principal a la investigación de accidentes. «Se trata de una misión difícil y a la que se debe dedicar tiempo ya que hay que reconstruir los siniestros, hacer los informes técnicos, mediciones de velocidad, inspección ocular, toma de declaraciones, informe judicial...», prosiguen.

Para comprender aún más la importancia de su labor basta decir que deben determinar si hay indicios de delito en cualquier accidente de circulación con heridos graves o fallecidos y que las diligencias serán claves para atribuir la responsabilidad del siniestro, un aspecto especialmente relevante de cara a la concreción de las indemnizaciones. «El problema es que además tienen hacer una ingente labor burocrática teniendo que grabar los datos con que se confeccionan las estadísticas de siniestralidad y también deben realizar los informes por los accidentes de vehículos oficiales y encima son comisionados para vigilancia de carreteras, pruebas deportivas o seguimiento de personalidades y además los controles de alcoholemia o el radar por lo que tienden a desprofesionalizarse», agregan. Por eso la AUGC censura la senda inversa que está siguiendo la Guardia Civil respecto a otros cuerpos policiales. «Hay cuerpos que se especializan cada vez más y que realizan cada vez más cursos, pero aquí se les destina a tareas cada vez más distintas o burocráticas en perjuicio de su labor principal que es la investigación de accidentes».

Además carecen de material para su trabajo y la situación de los vehículos y las instalaciones es deficientes. Hay oficinas en garajes y falta de calabozos. Todo conduce a que se marchen los agentes a otros destinos «donde se valora más el trabajo burocrático que la investigación y donde se reciben más complementos y productividad por estar sentado en una mes». «Aquí sólo eres productivo si multas y si no que se consulte los Presupuestos del Estado donde cada años sube el dinero que se va ingresar por sanciones de Tráfico», sentencia la AUGC.