Para aquellos que quieran recordar hasta donde puede llegar la maldad de un individuo que ahora reclama el amparo del mismo Estado y las mismas leyes que ha pretendido destruir con bombas, tiros en la nuca y secuestros, les recomiendo que vean la primera –y una de las únicas- entrevistas que concedió Ortega Lara. Fue a
Fernando Sánchez Dragó en Telemadrid, en el año 2007, diez después de su liberación. En ella, con total serenidad,
Ortega Lara va desgranando la tortura de sus 532 días de cautiverio, en los que perdió 25 kilos hasta ser liberado con apenas 49, cómo le pidió al agente de la Guardia Civil que bajó a su zulo que le matara “de una **** vez”, creyendo que era uno de sus captores...
Cuesta trabajo imaginar el sufrimiento de un hombre enterrado en vida todo ese tiempo, tanto que cuando el agente le convenció de que era la autoridad y asomó la cabeza por el agujero del zulo, le dijo: ves, me has engañado y me quienes matar delante de todo estos...” y Ortega Lara volvió a esconderse en su ataud.
Hasta que el juez Baltasar Garzón, que comandaba la operación, pudo decirle: “Bienvenido al mundo de los vivos”.
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