La democracia real no existe.
Existe poner un papel en una urna cada cuatro años, o algo menos. Los que disfrutan de la designación del papel pueden hacer una buena labor, o un auténtico desastre, como el que sufrimos.
En este caldo de cultivo surgirán posturas radicales de signo marxista, como podemos, o la reacción a los anteriores, que tampoco se hará esperar.
Y la historia se repite en ciclos.
Marcadores