Buenas noches Nefertari, y felicitarte por ese ascenso como moderadora. Aquí estamos de nuevo escuchando las ya lejanas olas aunque estén lejos de este lugar de la llanura manchega.
No se si se han cargado la baterías pero en confianza, cada vez que vuelvo del paraíso me cuesta adaptarme a las rutinarias costumbres a las que cualquier persona se ve inmersa a lo largo de la vida. Esta tarde sin ir más lejos, sofocante anunciando los rigores del verano he salido a tomar el café al que he acostumbrado a lo largo de los años no solo a mi estomago si no que también al cerebro que llegada su hora ruge por esa porción de cafeína y, llega en plena ingesta ese personaje de nacionalidad rumana dado a la bebida y a causar problemas donde no los hay y como mosca cojonera harto de alcohol ha intentado tocarme esa fibra de guardia civil que no hay quien la deje en casa . . . al final le he tenido que sacar de buenas maneras del local pero el amargo café es una dulzura, un placer ante cada situación que nosotros tenemos que vivir aunque sea en nuestros ratos libres.
Que pases una feliz noche, Nefertari.

Un abrazo.