Ante lo que está ocurriendo con el caso de La Manada, creo que hay que dejar varias cosas claras.
Obviamente, pedir la dimisión de un juez por no estar de acuerdo con la sentencia, está MAL.
A todos nos indignan ciertas decisiones, pero os recuerdo que vivimos en una realidad en la que muchas veces es el linchamiento público el que condena a alguien que no ha hecho nada.
Hace unos años, Dolores Vázquez entraba en la cárcel por el presunto asesinato de Roció Wanninkhof, la hija de 19 años de su ex pareja. Fue tal el circo mediático que hasta algunos psicólogos llegaron a afirmar que "era una psicópata" mientras la gente la insultaba, pedía la pena de muerte para ella y la madre de Roció la señalaba como culpable.
Años después, se descubriría que el asesino de Roció había sido Tony King, la misma persona que violó y asesinó a Sonia Carabantes. Hoy en día Dolores Vázquez es libre, pero lo que le hicieron, lo que le HICIMOS como sociedad le ha destrozado la vida. Por tanto lejos de pedir la dimisión a ese magistrado (que ha hecho su trabajo tal y cómo está descrito en esas garantías), pidamos una revisión del Código, y tratar que esos conceptos que asemejen a los actos que son.
Como decía Montesquieu, "Una cosa no es justa por el hecho de ser ley, debe ser ley porque es justa".
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